Las ruinas y vestigios de la ex zapatería Weiss y la casa Serrano-Ernesto Riquelme tienden a generar tristeza y decepción en muchos residentes ya que, siendo reconocidas por su valor y significado en el barrio, la comunidad rechaza su mal estado de conservación, descuido o franco abandono. Su abandono genera zonas de baja ocupación y suciedad porque facilita la aparición de microbasurales o el acopio de escombros. Por ende, las personas rechazan o evitan caminar por ahí debido a que sienten temor, asco y repulsión.